
“La verdad es que llevo 14 años entre abejas y decidí venir a Huerta de Abajo por mi pareja Natalia. Aquí llevo cuatro años viviendo el que era mi sueño entre vecinos maravillosos de todos los pueblos de la comarca. Es más, creo sinceramente que mi deseo de continuar con este proyecto se lo debo en gran medida a ellos, a su apoyo incondicional en todo momento. Todavía no he conseguido saber cómo se originó el incendio. Se que estaba allí y que al intentar apagarlo no sólo perdí prácticamente todo lo que se podía perder sino que además me quemé y pudo haber sido peor. Inicié esta aventura porque hace diez años comencé a tener problemas de salud y jamás tuve un apoyo por parte de las instituciones. Por eso valoré esta posibilidad de iniciar algo mío que además amaba y sabía hacer muy bien. Sabía que no me haría rico ni mucho menos, pero era consciente de que con 300 colmenas podría vivir bien en un entorno natural maravilloso y haciendo lo que sin duda más me gusta.

Julio ahora mismo cuenta con 150 colmenas. Prácticamente se le ha quemado todo: dos extractores, ocho maduradores, la envasadora, dos bancos de decantación y un banco de desopercular. También ha perdido 600 alzas con cuadros y cera, más de cien cámaras de crías completas con cera, tapas y toda la herramienta manual pues fue él quien hizo las colmenas. El seguro debido a ciertos trámites legales no se hace responsable de los daños.

Y es que Julio siempre concibió esta empresa desde el punto de vista social. Entre sus proyectos estaba siempre latente la idea de enseñar las colmenas a los niños de los colegios o incluso hablar con la Universidad para ofrecer cursos o formación a universitarios. “Tras el incendio pude recuperar algo de material pero si alguien pudiera ofrecerme alzas o algo de cera me ayudaría mucho y podría ser importante en este momento para mí.

Los padres de Débora Serrano, que actualmente gestiona la empresa Realserma Rural me han regalado 40 alzas que ya estoy preparando y he de decir con emoción que en el pueblo me han ayudado a limpiar la finca sin ni siquiera estar yo. Creo que ese gran apoyo que estoy recibiendo de todos está siendo muy importante para que pueda de nuevo lograr mi objetivo, que no es otro que poner en marcha de nuevo el que siempre ha sido el sueño de mi vida”, finaliza Julio.