miércoles. 24.04.2024
Camión cargado de bobinas en la fábrica de Ribsa. Fotografías: Arturo Rica
Camión cargado de bobinas en la fábrica de Ribsa. Fotografías: Arturo Rica
Muchas familias de los pueblos de la comarca pinariega viven en los pueblos gracias al sector de la madera y las distintas fábricas y aserraderos que se encuentran repartidos en los distintos pueblos. Prueba de ello es la empresa de Ribsa que se encuentra ubicada en Huerta de Rey y que se dedica a las bobinas y embalajes de madera.

Desde la empresa Ribsa su director general, Arturo Rica, reconoce que “ahora mismo estamos más o menos bien, aunque tenemos un problema como le pasa a todo el mundo” y es que el precio de las materias primas se ha visto incrementado en las últimas semanas provocado por las abundantes lluvias “cuando a un cliente le subes el precio porque a nosotros nos han subido las materias primas pues claro no les gusta”.

Y es que las lluvias han marcado las últimas semanas y a estas empresas les afecta directamente, “esperemos que no llueva más porque los montes están llenos de agua. Nosotros mucha madera de la que utilizamos la traemos del País Vasco y era completamente imposible entrar en los montes de la cantidad de agua que había”.

Vida en los pueblos

Afortunadamente esta empresa ha podido mantener su plantilla al completo llegando a ampliarla con 4 nuevas personas siendo un total de 34 trabajadores directos. “Es una alternativa a los pueblos este tipo de fábricas de madera, no sólo por los trabajos directos sino también los indirectos”. Todos los camioneros y demás personal que tiene que desplazarse hasta la fábrica en el pueblo de Huerta de Rey también están dejando un dinero en los distintos restaurantes que paran para comer o en las propias gasolineras.

Porque como Rica recuerda, aunque están “encantados con todos los que vienen a pasar el fin de semana, los que llenan el colegio en esta zona son las familias que viven aquí de estas fábricas y las de piedra”. Una situación que se extiende no solo a Huerta de Rey sino también a otros pueblos de la comarca que también se encuentran en la misma situación que gracias a este tipo de fábricas muchas familias siguen optando por vivir en el pueblo gracias a este tipo de trabajos.

Por ello Rica apela a que esto no desaparezca ya que se consigue que sean muchas las familias que se queden y no se tengan que ir a la ciudad a buscar trabajo para poder vivir. Una situación que, con el paso de los años, cada vez se pierde más por desgracia y de ahí que disminuya el número de empadronados en los distintos pueblos pinariegos. Con esta crisis sanitaria son muchos los que esperan que esto cambie ya que se ha podido comprobar que la calidad de vida es mucho mayor en los pueblos que en la ciudades y prueba de ello son todas esas personas que actualmente están teletrabajando y han optado por trasladarse al pueblo para realizar su actividad laboral.

Situación actual

Actualmente este sector de los pallets y la madera se encuentra estancando prácticamente, sí que pasaron por un mal momento en la crisis del 2008 en la que llegarían a cerrar 3 aserraderos, pero el resto se mantienen; “además lo bueno que hay en este sector es que el negocio sigue con la familia y los hijos que continúan con nuevas generaciones”.

Por ello están contentos pero preocupados “porque no hay esa alegría de antes, aunque puede más lo contento que estás con el trabajo que todo lo demás”.

Empresas como las de Ribsa no sólo trabajan a nivel nacional, sino que están exportando mucho material fuera de España, gracias a estas exportaciones es posible que tengan que contratar algún trabajador más para la empresa porque actualmente “no llegamos”.

Productos

Entre los productos que fabrican en esta empresa se encuentran los pallets, madera aserrada para embalajes, bobinas de madera de distintos tipos de diámetro, portarrollos para alambrón, palets portabobinas, duelas cubre bobinas, cuñas y cuñas para el transporte de tubos.

Ribsa emplea únicamente pino silvestre y pinaster ya que se trata de las especies que mejor se adecuan a la fabricación de embalaje. Dichos embalajes son con tratamiento NIMF-15. Se encuentran comprometidos con el medio ambiente, cuentan con certificado Pefc y de Cadena de Custodia para garantizar la trazabalidad y sostenibilidad de la madera y los montes.

En su aserradero cuenta con una producción de 10.000 m3 de madera para la fabricación de embalajes.

Además, esta empresa consiguió el pasado año 2018 el premio Pyme del año en la segunda edición de este reconocimiento convocado por la Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Burgos y el Banco Santander, con la colaboración del Diario de Burgos.

Bobinas en la fábrica de Ribsa

El sector de la madera consigue que muchos pueblos de la comarca sigan con vida