viernes. 29.03.2024
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Fernando, resinando un pino en las cercanías de Navas del Pinar.

Foto3pag2Tras años de abandono, el trabajo de la resina vuelve a varios términos de la comarca de Pinares, con resineros de Espejón, Hontoria del Pinar, Pinilla de los Barruecos, San Leonardo de Yagüe y Vadillo, entre otras poblaciones. Son cuadrillas que están haciendo posible el aprovechamiento de un recurso forestal que durante años fue el sustento de numerosas familias en la comarca.
La Catedrática Mercedes Molina, el pasado mes de febrero y en la reunión de Hontoria del Pinar que fue el germen de Repuebla, habló de la crisis de un modelo territorial que afecta a la pervivencia de los pueblos. Molina hacía referencia a  la pérdida de actividades tradicionales que han aprovechado parte de los recursos, como el caso de la resina, y que su falta genera también pérdida de biodiversidad.
Hoy, los resineros vuelven a ser una realidad. Son gente generalmente joven que está apostando por el aprovechamiento resinero y hacer del recurso una forma de vivir. Saben que hay que trabajar duro, desde que arrancan a finales de marzo o principios de abril hasta que dejan de hacer sangrar a los pinos en noviembre.
“Aunque es un trabajo duro, lo es menos de lo que hacían nuestros abuelos”, comenta Fernando mientras nos enseña el tarro de cerámica usado antaño “en el que no cabía casa nada y tenían que estar vaciándolo continuamente”.
Vocablos como desrroñar, seroja, picar, zarandaja, cara, llorar, cacharro, sangrar o pica en blanco se hacen de nuevo comunes entre quienes hacen de este trabajo su manutención y del monte su puesto laboral, en un momento en el que empresas como Resinas Naturales, ubicada en Almazán, ha anunciado una nueva inversión y ampliación de las instalaciones y la comarca soriana del Izana está conociendo un incremento destacado de cuadrillas de resineros.
Fernando y Juanjo se han unido esta temporada para resinar los 10.000 pinos en el término del municipio de Hontoria del Pinar. “Trabajamos de sol a sol”, comenta Fernando, quien sabe que si no aprovechas las horas del día “estás perdiendo dinero”.
A la dureza del trabajo se une también el problema con los portes. Los resineros tienen que buscar salidas alternativas para no caer en unos costes excesivos con la carga y transporte de cubas.”Esto a lo largo de la temporada supone mucho dinero”, nos comentan, mientras comentan  cómo se han tenido que “buscar la vida” para garantizar la salida del producto sin una carga excesiva que haga peligrar la rentabilidad del trabajo.
“¿Coger más pinos?. Imposible”, resalta Fernando, para quien hacerse con más matas en estos  momentos no le parece viable. “Si estuviera en la zona de Tardelcuende, igual”, reconoce mientras resalta los inconvenientes de un terreno abrupto con valles y cimas como es el de Pinares en diferencia a la llanura  que predomina en la comarca del Izana.

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