viernes. 19.04.2024
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Jorge Luis de Miguel, jefe del Parque de Bomberos de San Esteban de Gormáz.

Duruelo de la Sierra ha vivido un último año difícil en el que ha sabido remontar tras ser uno de los más afectados en la primera oleada por el Covid-19. Sus gentes no podrán este año celebrar las fiestas más esperadas, las dedicadas al Santo Cristo de las Maravillas donde los vecinos disfrutan de cinco jornadas llenas de actos que comienzan con el pistoletazo de salida del pregón desde el balcón del Ayuntamiento, que siempre es ofrecido por una de las personas más destacadas del año. En esta ocasión, muchos hubiesen podido optar a este honor ya que han sido bastantes los durolenses que han destacado en sus distintos sectores.

Si hablamos de protección y salvamento destaca la figura de Jorge Luis de Miguel, jefe del Parque de Bomberos de San Esteban de Gormáz y natural de Duruelo de la Sierra que recibió en este último año la Medalla de Oro al mérito de Protección Ciudadana de Castilla y León por parte de la Junta de Castilla y León por ser un ejemplo de vocación y de servicio al ciudadano.

La medalla se le otorgó al realizar un acto fuera de servicio y salvar la vida de una mujer que había caído al río en la localidad sanestebeña, poniéndola a salvo tras lanzarse al agua y poniendo en riesgo su propia vida. “Un reconocimiento siempre es un honor”, reconoce Jorge Luis de Miguel, apuntando que realmente no entiende el porqué de esta medalla, “ya que es algo que habría hecho cualquier ciudadano que se hubiese encontrado en la misma situación. Además, forma parte de mi trabajo, nos entrenamos todos los días para conseguir nuestro objetivo que es salvar las vidas de las personas. Esta vez, por suerte, pude llegar a tiempo y salvarla. Pero repito que es algo que hubiese hecho cualquiera”.

Otro de los durolenses de este año es Juan Carlos Olalla, Jefe de Estado Mayor (JEM) de la UME, ya que gracias a su apoyo se realizaron buena parte de los trabajos de desinfección en plena primera ola de la pandemia en la residencia de ancianos de la población y pueblos de la zona. 

Por supuesto, todo el equipo que integra la residencia de ancianos Cuna del Duero también es uno de nuestros durolenses del año por su cuidado y trabajo incansable realizado durante todos estos duros meses, personas a las que se les suman todas aquellas colaboradoras que cosieron mascarillas y batas para ayudar contra el Covid-19, además de los trabajadores del Ayuntamiento que realizaron una labor impecable durante aquellos días.

En el plano de las artes escénicas destaca Marina de Miguel, actriz que en este último año ha saltado al mundo de la televisión gracias a la serie ‘Las Señoras del (H)Ampa. Natural de la localidad de Duruelo de la Sierra es a sus 22 años una de las promesas de la televisión y buena muestra de ello se ha podido ver con esta serie donde interpreta a Arantxa, la hija ‘rarita y rebelde’ de una de las protagonistas principales de la serie, encarnada por la genial actriz Toni Acosta.

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Empezó sus primeros pinitos en el mundo del teatro en el colegio de Duruelo, para luego entrar en la escuela de interpretación ‘Primera Toma’ donde estuvo tres años. Ahora, en este último, ha estado formándose en el Centro del Actor, momento en el que consiguió este importante papel en la serie Señoras del (H)Ampa.

No podríamos hablar de arte durolense sin hablar de la actriz Tatiana Ramos. Cualquiera que la vea sobre las tablas de un escenario se da cuenta enseguida de ello y buena muestra es que fue elegida en 2009 la mejor actriz de Castilla y León. 

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Pasión, entrega y sentimiento son algunas de las características que la definen y ‘encoje el alma’ con cada una de sus interpretaciones que realiza con su compañía ‘Pasito a Paso Producciones’. Así lo ha demostrado en su último trabajo con la obra ‘Atta, mañana ya no habrá más Numancia’, donde ha tenido que prepararse a conciencia para permanecer durante casi una hora interpretando ella sola en el escenario. El pasado sábado 5 de setiembre volvió a encandilar con esta obra en la ciudad celtíbero-romana de Tiermes, en Montejo de Tiermes.

Hablar del tiempo es hablar de Agustín Sandoval, que aunque ya fue pregonero hace unos años sigue siendo una de las personas destacadas de la localidad. Se ha convertido en uno de los durolenses más conocidos de la provincia, por dar a conocer los fenómenos meteorológicos de su pueblo natal, a través de las redes sociales desde donde le siguen miles de personas.

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Sus incondicionales también conocen a través de su cuenta @meteoduruelo los impresionantes paisajes que se encuentra en sus innumerables rutas que realiza casi cada fin de semana a la montaña. Desde el año 2009, Agustín Sandoval empezó a mandar fotografías a la sección del tiempo de Televisión Española, desde donde sacan casi a diario sus espectaculares capturas. Desde entonces, este durolense ha podido enviar unas miles de imágenes.

En el sector empresarial de Duruelo de la Sierra destaca este año la Panadería de Miguel con casi un siglo deleitando el paladar de miles de personas. Fue en torno al año 1921 cuando se fundó esta panadería de la mano del abuelo Pantaleón. Ahora es la tercera generación la que lleva este negocio y es Salvador de Miguel y sus hermanos quienes elaboran barras de pan elaboradas al calor de la leña, también pan de horno eléctrico, los tradicionales y reconocidos panetes que tanto gustan a turistas y a vecinos, barras rústicas, chapatas… además de todo tipo de repostería, entre ella, pastas de nata, roscas de manteca y magdalenas que se elaboran de forma artesanal y con la receta de las mujeres del pueblo.

Sin duda, todos los establecimientos y tiendas de la localidad se merecen este año un reconocido homenaje, ya que han llevado a cabo un gran esfuerzo durante la pandemia. Todas ellas se involucraron de una forma extraordinaria, llegando incluso a más allá de sus propias funciones ya que durante los meses de marzo, abril y mayo, cuando Duruelo sufrió un porcentaje alto de contagios, las tiendas de esta localidad fueron imprescindibles para hacer llegar los alimentos a aquellos que más lo necesitaron.

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En el plano deportivo destacan los jugadores de voleibol Alejandra y Adrián Olalla, dos jóvenes durolenses que se encuentran en lo más alto de este deporte a pesar de su corta edad y con una proyección de futuro extraordinaria. Alejandra juega desde hace cuatro años en la Liga Iberdrola, la máxima categoría del voleibol español. Tiene 22 años y es además una jugadora clave en el Madrid Chamberí. Allí, en Madrid, estudia medicina y compagina su la preparación de su carrera con los entrenamientos diarios.

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Su hermano Adrián Olalla también es uno de los durolenses más destacados en cuanto a lo deportivo. A sus 19 años ha firmado su compromiso con el CDV Río Duero Soria para formar parte de la primera plantilla de la temporada 2020/2021. Es una de las grandes promesas del vleibol soriano, mide 1,95m y juega tanto en la posición de opuesto como de receptor.

Jesús Mendoza, párroco de Covaleda y Duruelo de la Sierra, es otra de las personas destacables de este año. Es, sin duda, este cura nacido en El Burgo de Osma alguien que se ha metido a todos en el bolsillo por su naturalidad y cercanía. Hasta llegar a Pinares, Jesús Mendoza estuvo destinado en 1979 en Noviercas y los pueblos vecinos. Pasó después a la capital desde el 86 a 89, momento en el que dio el salto a América, a Perú, para vivir una experiencia misionera.

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En 1997 regresó a la diócesis, pero volvió cuatro veces a la misión del Chira a compartir, por meses, la tarea misionera. En octubre de 1998 fue destinado a Tierras Altas, a la comarca de San Pedro Manrique, Tierra de Yangüas, y Tierra de Magaña. “Se nos encomendó la tarea pastoral de 57 parroquias, muchas despobladas. En una labor de acompañamiento a pequeñas comunidades, de población muy envejecida. Pero un trabajo en el que experimentas la cercanía y familiaridad de la gente sencilla, amante de esta tierra, sacrificada y luchadora. En plan de humor afirmábamos muchas veces que éramos como el 113. Allí donde no llegaba el 112 nos tocaba a nosotros intervenir”, confiesa Mendoza. Tras 15 años de andadura, Jesús Mendoza dio el salto a Pinares donde lleva cerca de dos años.

Un año de medallas, meteorología, arte, solidaridad y lucha contra el Covid-19