viernes. 19.04.2024

Necesitamos 'reinventarnos' con el tema de las setas

Nos hemos estancado. La actividad de promoción, divulgación y conocimiento del mundo micológico que, en algunos pueblos de Pinares, arrancamos a inicios de los noventa está entrando en una lenta agonía. 

 Repetimos los mismos esquemas, idénticas propuestas, similares programas e imitables maneras para hacer más atractivas las setas.

Cierto es que el tirón del Reino Funghi sigue siendo importante para muchos de quienes nos visitan, que los restaurantes han aumentado y mejorado la oferta gastronómica disponible, y que el territorio Soria, y buena parte de Burgos, se ha posicionado como un referente a nivel nacional, respaldado por la oportuna celebración del Congreso bianual de Soria Gastronómica.

Sin embargo,  las campañas son más cortas, irregulares y escasas. Hay un cambio climático evidente, que puede dejar un otoño con apenas fructificaciones, como el del año pasado; o explotar en poco más de una semana con setas a tutiplén, como en la pasada primavera. No ayudan las excesivas talas de árboles, la suciedad palpable por la falta de trabajos en los montes, la falta de planificación del recurso forestal en esa idea de concebir el monte como huerto, sin vislumbrar, de forma más completa, el beneficio de unas masas bien cuidadas.

Ayuntamientos y municipios están enfrascados en un laberinto de cotos micológicos. Creen en algunos pueblos que por llevar la administración por su cuenta van a obtener mayores beneficios. Error. Otra cosa es que lo que se ha hecho hasta ahora no ha gustado, y que, evidentemente, es mejorable. ¡No somos capaces de hacer un frente común, y ponernos de acuerdo¡. Esto es más problemático de lo que pensamos, ya que pone en evidencia nuestra escasa capacidad para afrontar los problemas globales. Y hoy más que nunca necesitamos la unión, y no la fragmentación.

Algo positivo a tener en cuenta son las empresas que están intentando explotar el recurso micológico. Nada que ver con las campañas que hacían firmas como Arotz o Tohersa décadas atrás. Han comenzado a funcionar varias empresas pequeñas que están buscando una salida comercial al recurso micológico en la cocina. Están muy orientadas hacia la trufa, producto que gana terreno a otras especies micológicas, y siempre será positivo que estos productos se potencien, comercialicen y diversifiquen.

Ganemos en imaginación e innovación a la hora de hacer jornadas o actividades en torno a las setas. Busquemos un consenso para regularizar la recolección y planificar una comercialización que se nos desmadra cuando surge una campaña aceptable. Pongamos al recurso micológico en el sitio que le corresponde dentro de la planificación de las masas forestales; y, seamos capaces de crear empleo y riqueza en un aprovechamiento que se nos manifiesta cada vez más escaso.  Sería una pena que lo que comenzamos con tanta ilusión, y de lo que hemos logrado forjar un filón turístico, se nos quede reducido a un elenco de sólo intenciones.

Necesitamos 'reinventarnos' con el tema de las setas