jueves. 28.03.2024
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Concentración de hosteleros el pasado mes de diciembre contra las medidas de la Junta.

"Estamos desamparados y olvidados", comenta Alfonso, quien regenta un restaurante en Salas de los Infantes, y ve con indignación y preocupación el nuevo cierre obligado decretado por la Junta de Castilla y León, y que afecta a bares restaurantes de las provincias de Burgos y Soria, y de toda la Comunidad.

La medida ha caído mal en un sector que está sufriendo de forma rotunda y clara el impacto económico de la crisis generada por el coronavirus, hasta el punto de que "llega un momento en que no sabes si esto es lo que habíamos soñado", en referencia a la falta de motivación por continuos cierres que afectan emocionalmente a los restauradores, y que frenan la creatividad y el incentivo.

Alfonso confiesa que "me siento abandonado por las administraciones", y lamenta que desde el Ayuntamiento de Salas de los Infantes "no se ha puesto nada de su parte", en referencia a la falta de apoyo, y de ayudas desde el Consistorio local, lo que, para él, "cuando notas esto, recojo los bártulos y me voy para otro lado", planteándose la idea de trasladarse a un núcleo urbano.

Sin tiempo

Desde Quintanar de la Sierra, Luis Alberto lamenta que la Junta criminalice a la hostelería. "Nosotros hemos cumplido con todas las normas que nos han puesto". Lamenta que haya habido algunos casos en locales de la zona donde no hayan respetado estas normas, "y siempre sale Quintanar como que es uno de los sitios con mayor numero de casos, y es más por otros pueblos de la zona básica de salud".

La medida del cierre se ha adoptado con muy poco margen de tiempo. "Tras las navidades, hemos tenido que hacer compra de producto, y ahora, ¿qué hacemos con ello", se pregunta el chef en Quintanar, a lo que suma el cansancio por continuos cierres "a los que nos están acostumbrando", lo que impide que desarrollen un trabajo normalizado, para dar salida a un negocio al que ahora sólo permiten la apertura de terrazas, "y no vamos a permitir que la gente se quede congelada en la calle".

Sin clientes

En Navaleno, Jesús y familia mantienen  el hotel rural abierto. No pueden venir ni de Madrid, ni del País Vasco, ni de Aragón o Valencia, que es de proceden el mayor número de clientes. Sin embargo, no perciben ayuda alguna por esta situación, "y ni siguiera nos han contestado de la que solicitamos por el cierre de primavera a la Junta de Castilla y León".

"Los bares y restaurantes son un servicio, y en ellos no hay aglomeraciones", comenta Jesús, quien recuerda que "en ellos se establece un control para que se cumplan las normas, que no puede garantizar en las casas, y con estas medidas lo que van a provocar es que la gente se concentre más en los domicilios ".

Acciones judiciales

La Agrupación Soriana e Hostelería (ASOHTUR) continúa trabajando en las acciones judiciales necesarias para exigir a la Junta de Castilla y León que afronte su responsabilidad patrimonial por los sucesivos acuerdos y decretos que han limitado o suprimido el derecho al trabajo del sector y que han causado la eliminación y merma de ingresos que necesitan los autónomos y empresarios para alimentar a sus familias y conservar sus negocios.

"Este nuevo cierre de establecimientos, hará imposible mantener la viabilidad de muchos de ellos a estas alturas”, reconoce Pablo Cabezón, presidente de Asohtur. El sector ha perdido en Soria a medio millar de trabajadores en el último año, un 25% del empleo que genera, “pero esperamos más despidos y cierres de negocio”, asegura el presidente de la patronal hostelera soriana recordando que son 12 los autónomos que han desaparecido y muchísimos más los que están en suspensión de actividad.

Indignación entre los hosteleros de Pinares tras las últimas restricciones impuestas...