viernes. 29.03.2024

Santa Inés: la gran esperanza para el turismo de nieve en Pinares

Como si fuéramos niños pequeños, desde las instituciones públicas no nos acaban de contar toda la verdad sobre las posibilidades para una estación de esquí en la ladera de Urbión.

 

Nos han puesto delante el pequeño-gran inconveniente del parque natural, para unos anecdótico y para otros insalvable. Sin embargo, como niños-adultos que somos, nosotros sabemos que el problema principal es la falta de dinero y de nieve.

Queremos hacer una estación sin ni siquiera acariciar la abultada cifra de una treintena de millones de euros. No sólo no los tenemos; si no que nunca se van a poder conseguir. Esa paparruchada de que la administración pública incentiva, ayuda y la privada pone la pasta, nos la pueden contar como un cuento, pero no se ajusta a la realidad.

Ahí tenemos el ejemplo del Valle del Sol de Pineda de La Sierra. Seis pistas, tres remontes, 15 kilómetros cuadrados,… Lo que nació en 1975 como un gran proyecto moderno y que iba a impulsar la zona deprimida de La Demanda, terminó en 2005 con las ilusiones chafadas ante el muro de la imposibilidad. Aquí ya no era tanto el dinero, ya invertido, como la falta de nieve durante unos años en los que escaseaba el polvo y la siempre difícil competencia a las estaciones de esquí del Pirineo o la cara norte de la sierra. Desde la zona se alberga la esperanza de ver fructificar nuevos usos para estos parajes, en los que la nieve tenga un papel protagonista, y a los que sigue llegando gente.

Los técnicos nos podrán decir lo que crean conveniente, pero lo que no falla es el sentido común. No hay más que ver la ladera de Urbión vacía de nieve en cuanto golpea el sol un tiempo considerable, como hemos tenido en estas semanas de atrás tras las nevadas de principios de año. En este panorama, se hace difícil mantener las pistas de una estación, sin llegar a los 2.000 metros de altitud.

Todos miramos ahora a Santa Inés, donde ya se ha iniciado un trabajo, hay una buena gestión y las posibilidades de crear una pequeña estación de esquí. No será una inversión de golpe, pero si cada invierno vamos sumamos terreno y servicios podemos logar algo más grande, capaz de satisfacer las necesidades en deportes de invierno de quienes habitamos en Pinares, y atraer a muchos de los que están saliendo a otras latitudes a buscar lo que, en parte, pueden tener cerca de casa. Apoyemos la subida hasta Pico Buey que nos puede desembocar en gratas sorpresas, aportemos argumentos para que el Punto de Nieve actual pueda ser una estación. Se trata de ir sumando y añadiendo a lo que ya tenemos como servicio a los usuarios: menos costes, menos inconvenientes, más facilidades.

¡A ver si por una vez nos sale algo a medida de lo que nos solicitan quienes nos visitan por estas fechas y acabamos con el maleficio del turismo de invierno en esta comarca¡.

Santa Inés: la gran esperanza para el turismo de nieve en Pinares