Un amigo verdadero es como un tesoro. Es ese aliado con el que siempre se comparte lo bueno y lo malo, los días de sol y también las tardes de tormenta. Un amigo jamás oculta sus verdaderas intenciones y siempre da la cara por ti. Un amigo seca tus lágrimas en las peores circunstancias. Un buen amigo es el consejo y el abrazo cuando hacen falta. Rubén Marcos Huerta y Francisco de Pedro estaban predestinados a ser los mejores amigos del mundo. Se conocieron cuando tan sólo eran unos críos inocentes que vivían, jugaban y eran felices en su pueblo, Quintanar de la Sierra. Allí crecieron y maduraron al abrigo de sus familias, de su colegio, de sus cuadrillas y de su pueblo. Al cumplir la mayoría de edad tomaron caminos diferentes por un tiempo. Rubén decidió estudiar electricidad y durante varios años estuvo trabajando en Burgos. Francisco, por su parte, era un apasionado de la carpintería.
Trabajó en la construcción por algún tiempo en la bella ciudad de Logroño. Sin embargo la vida y el destino son caprichosos. A veces incluso quedan a tomar un café juntos. Así fue como en 2007 las vidas de Francisco y de Rubén se entrelazaron de nuevo. Esta vez en torno a una idea de empresa. Y es que detectaron que la zona de Pinares necesitaba una ferretería industrial. Particulares y pequeñas empresas buscaban esos suministros en ciudades como Burgos, Soria o Logroño. “Éramos cinco al principio. Al final sólo Francisco y yo tuvimos el coraje de perseguir ese sueño. Los comienzos fueron complicados. Y es que no conseguíamos financiación. Al final Iberaval confío en nosotros y en nuestro sueño y pudimos comenzar esta maravillosa aventura”, comentó Rubén. Y es que no se puede derrotar a quien no se rinde. Así, en 2008 comienzan la obra civil y la cimentación de la nave.
Ese mismo año reciben además el Premio Joven Iniciativa Empresarial en Castilla y León. Pero ocurre también que la crisis llega a España y lo paraliza todo. Por eso durante varios años tienen que seguir con su sueño en un local en alquiler. “El 1 de julio de 2012 es una fecha realmente importante para nosotros. Es el día que al fin pudimos abrir nuestras instalaciones. Hoy tenemos más de 14.000 referencias distintas de artículos de ferretería, bricolaje y menaje. Siempre partimos de la base de que la zona carecía de bricolaje y de ferretería industrial”, aclaró Rubén.
INFRAESTRUCTURA
La empresa dispone de una nave en Quintanar de 1.600 metros cuadrados con tienda, exposición, oficinas y almacén; otra nave en Salas de los Infantes, -a 20 kilómetros de allí-, de 180 metros cuadrados con tienda y almacén; y una última en Burgos capital, una nave comercial de 650 metros cuadrados de cara a un futuro. “En Salas decidimos abrir en marzo de 2012 para poder seguir manteniendo a nuestro operario de Quintanar. Básicamente tenemos todo lo que puedan necesitar nuestros clientes, que no tienen necesidad de desplazarse a Burgos, Soria o la Rioja. Aunque se vende de todo, el plato fuerte de Bricopinares es la herramienta y maquinaria forestal, ya que la zona cuenta principalmente con una economía que sale de los trabajos del monte. “También tenemos grandes colecciones de protección laboral, pinturas, riego, tornillería, herramientas, menaje, pellets y briquetas, entre otras cosas”, añaden.
GRAN EQUIPO DE TRABAJO
El artista gráfico Manuel García Ferré solía decir que en cualquier empresa es imprescindible formar equipos homogéneos. Los objetivos tienen que estar claros y, siempre desde una premisa inicial, las diferentes personas que integran ese equipo deben poder aportar sus visiones. Y es que un edificio es siempre el mejor ejemplo porque lo construyen los albañiles, los pintores, los diseñadores, los decoradores y también los carpinteros. “Estamos muy orgullosos de nuestros empleados. Forman un equipo perfecto y muy bien coordinado. Óscar ejerce con maestría de encargado de la tienda de Quintanar. Por su parte, Víctor es el que lleva de manera totalmente profesional la tienda en Salas. Verónica, Charo y Mari Carmen son las dependientas. Maestras de la amabilidad y la cercanía con el cliente. Y Rodrigo, es nuestro gran comercial. Tiene una motivación impresionante y una enorme experiencia en este campo. Lo cierto es que estamos muy orgullosos del equipo que hemos creado” matizaron ambos.
Aun así, Francisco y Rubén siguen llevando el peso de la empresa. Tienen toda la responsabilidad en la relación con los clientes, con los proveedores y en las ventas y publicidad que realizan a través de las redes sociales. “Es nuestra empresa y al final todas las responsabilidades de mayor importancia son nuestras”. El empresario Howard Schultz lleva razón cuando dice que cuando amamos algo generalmente las emociones dominan nuetras acciones. Este es el regalo y a la vez el desafío que los emprendedores enfrentan día a día. Las compañías con las que soñamos y construimos algo pasan a ser intensamente personal, siendo al final nuestras familias y nuestras vidas.
Los pueblos de pinares de Burgos y de Soria están inmersos de la batalla de sus vidas, la lucha contra la despoblación. Son como galeones perdidos en la noche a merced de las olas enfurecidas durante la tormenta. “Nuestros pueblos se desangran. Siguen perdiendo población. Y eso, lógicamente, afecta a las ventas de nuestra empresa. Tenemos varios meses buenos que coinciden con la primavera y el verano. Y luego, por desgracia llegan el otoño y el invierno donde nuestras ventas se reducen drásticamente”. Por eso la curiosidad es la gasolina que enciende la chispa de la creatividad, la innovación y el emprendimiento (Antonio Paez Pinzón).
“El mercado y sus cambios, nos obliga a reinventarnos continuamente. Queremos apostar por las ventas en Internet a medio plazo. Creemos que puede ser un gran escaparate para incrementar nuestras ventas. Además, la compra de una nave en 2017 en Burgos fue un movimiento estratégico para ganar en ventas. Sabemos que tenemos un nicho de mercado porque hemos apostado por marcas líderes que nos han ayudado a ganarnos un nombre y una reputación dentro del sector”. En sus vidas, no todo lo ocupa el trabajo. Rubén pasa todo el tiempo que puede con su mujer y sus niñas. Son el motor que mueve su vida y también la toallita en la que seca sus lágrimas cuando hay un mal día. Para Rubén el pueblo es un lugar ideal para vivir y para tener una familia. “Somos de pueblo y nos gusta este estilo de de vida. Siempre hay tiempo para almorzar, para disfrutar de una buena conversación o para salir al monte buscando paz y relajación. A veces si es verdad que nos escapamos a Burgos para que las niñas disfruten de los parques de bolas de las grandes superficies”comentó Rubén. A Francisco le gusta todo lo relacionado con el motor y también es un apasionado de la vida familiar y del pueblo.
Y es que ha sido su inquebrantable y estrecha amistad la que les ha traído en un tren en primera hasta el momento presente. Su empresa sigue siendo todavía un desafío que les devuelve cada día nuevas ilusiones, retos, y emociones. Y es que amigos míos “lo cierto es que todos nuestros sueños se pueden hacer realidad si tenemos el coraje de perseguirlos”, Walt Disney.
