viernes. 19.04.2024

"El éxito y la felicidad han llegado gracias al esfuerzo, la constancia y el trabajo de muchos muchos años"

Al cumplir 33 años, después de sentir, vivir, viajar, aprender y disfrutar de la vida, Jesús María Vicente siente la llamada de sus raíces y de su tierra y decide regresar. En Barbadillo del Mercado, un pueblecito maravilloso a siete kilómetros de Salas de los Infantes, descubre un bar de carretera y se da cuenta de que está ante la oportunidad empresarial de su vida. Nace así el Restaurante el Pedroso, aprovechando la ubicación, la visibilidad y el enorme aparcamiento justo al lado de la nacional 234. Un restaurante de éxito que apuesta por el mejor trato y la mejor comida castellana y que gestiona junto a su mujer M. Sirley y su hermano Luis Vicente. 

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Jesús María Vicente, M. Sirley y Luis Vicente junto a su furgoneta del Catering del restaurante el Pedroso (Fotografía de Germán Martínez Rica).

Jesús María Vicente siempre ha sido valiente y ha dejado que sus sueños fueran más grandes que sus miedos. Comenzó a ganarse el pan cuando apenas era un crío imberbe y alegre de quince años. Eran los años 70 en una España que comenzaba a despertar. Un momento crucial de nuestra historia en el que muchos adolescentes comenzaban muy pronto a trabajar. La hostelería y su pasión por vivir, aprender y viajar le permitió conocer muy bien muchos lugares maravillosos repartidos por toda Europa. Con el tiempo Jesús terminó por ser un gran metre a nivel profesional, oficio que le dio las bases laborales y personales para enfrentarse con éxito a la vida. Aprendió que un buen metre controla a la perfección el restaurante, a su equipo y también a los clientes. Es ante todo un gran director que siempre se obsesiona po los detalles. Busca la armonía entre la cocina, el comensal y el lugar. Y sabe identificar en todo momento cuáles son los deseos y las necesidades de los clientes.

LUIS Y JESUS DEL PEDROSO HACE 28 AÑOSJesús María y Luis en el restaurante el Pedroso hace aproximadamente 20 años

Al cumplir 33 años, después de sentir, vivir, viajar, aprender y disfrutar de la vida, Jesús siente la llamada de sus raíces y de su tierra y decide regresar. En Barbadillo del Mercado, un pueblecito maravilloso a siete kilómetros de Salas de los Infantes, descubre un bar de carretera y se da cuenta de que está ante la oportunidad empresarial de su vida. Nace así el Restaurante el Pedroso, aprovechando la ubicación, la visibilidad y el enorme aparcamiento justo al lado de la nacional 234. En sus primeros compases confía en un experimentado cocinero sevillano, pero las cosas no van bien. Jesús toma el timón del Barco y decide dar un paso al frente, ponerse el delantal y aprender a cocinar. “Los miedos no conducen a nada bueno. Fui valiente y tuve además la ayuda y el amor incondicionales de Úrsula, mi madre y de mi hermano Luis. Mi madre me enseñó a cocinar con mimo, cuidado, detalle y esmero la cocina tradicional castellana. Y Luis, mi hermano del alma, siempre ha estado conmigo en los buenos y en los malos momentos", comenta Jesús María.

25 ABAJO IZQUIERDACiriaco y Jesús, dos de los clientes más fieles del Restaurante "El Pedroso". 

El éxito en la gestión de un restaurante no se alcanza de un día para otro. Requiere trabajo, constancia, dedicación, convencimiento y pasión.  Y ese es el camino elegido por Luis, M Sirley y Jesús, los tres grandes generales de uno de los restaurantes más conocidos de la Demanda y la comarca de Pinares.Mi hermano llega a las cinco de la mañana. Comienza preparándolo todo hasta que llegó yo sobre las seis o seis y media. Arranco cocinando a fuego lento y con detalle todos los platos de cuchara. Después montamos de color y de sabor la barra con sus tortillas, sus bocadillos, sus cazuelitas y los torreznos. Y van llegando los clientes y la cafetería toma color. Muchos desayunan y otros optan por tomar un aperitivo con su cervecita, su refresco o el vermut al mismo tiempo que disfrutan leyendo el periódico o con una agradable conversación. El restaurante abre a las 12:45 horas y cierra después de las cuatro de la tarde. Los comensales buscan platos tan sabrosos y auténticos como los callos con morro, el pollo de corral, las patitas y manitas de lechazo y la asadurilla. El colofón llega con los postres caseros al estilo “Úrsula”. Postres tan ricos y emblemáticos como la tarta de queso tradicional con huevo, las natillas o las torrijas, cada vez más solicitadas. Después, toca ordenar y limpiar para que todo esté preparado el día siguiente", matiza Jesús. 

25 ARRIBAEn el Pedroso el cliente es el rey. No importa si come de menú o lo hace a la carta. Tampoco si lo hace con el buzo de trabajo, unos vaqueros y camisa o vistiendo un traje con corbata. “Esta es la casa de todos y lo queremos es que se sientan acogidos y que disfruten de nuestros platos, del ambiente y de la experiencia. Creo que hasta ahora lo hemos hecho muy bien. Sigo teniendo clientes que son como amigos desde hace nada más y nada menos que 28 años. La verdad es que me gusta mucho salir y charlar distendidamente con ellos. Es una filosofía que trato de inculcar cada día a mis empleados porque es la clave del éxito del restaurante. Si es verdad que el coronavirus ha sido todo un reto en todos los sentidos. Aun así, estoy orgulloso de cómo hemos hecho las cosas y creo que a partir de ahora todo va a volver a ser como antes", explica Jesús. 

Optimismo y pesimismo son dos tickets para viajar a destinos diferentes. Uno es vital, armónico, alegre y bello. El otro es triste, derrotista y negativo. Coger un ticket u otro depende sólo de nosotros. Jesús eligió ser optimista por naturaleza. Creer en el esfuerzo y en el trabajo para alcanzar sus sueños. Por eso, en este año tan trágico y duro él y su equipo han redoblado esfuerzos para atender a la perfección a todos los clientes que han seguido confiando en El Pedroso. La vida y los retos y las dificultades siempre están ahí. Nada realmente se detiene. Por es estamos siempre obligados a seguir caminando a pesar de la lluvia, del cansancio, del sudor y del barro. “La Terraza ha sido un acierto. Es un plus para nuestros clientes y creo que va a funcionar muy bien este verano donde espero todo vuelva a la normalidad", matiza el gerente del restaurante. 

25 ABAJO DERECHAUn buen empresario siempre está buscando nuevas ideas o rutas para lograr el éxito de su proyecto. Jesús siempre ha confiado en sus maravillosos platos y el trato exquisito al cliente ofreciendo la mejor calidad al mejor precio. Por eso, hace unos años, quiso dar un pasito más como emprendedor creando un servicio de catering. “Lo teníamos todo a favor. Una cocina esmerada, conocida y valorada y una marca respetada ganada con el esfuerzo de muchos años. La pandemia nos ha obligado a aparcar este proyecto que vamos a volver a recuperar muy pronto. Con el catering hemos cubierto eventos realmente maravillosos. Uno de los grandes recuerdos lo tengo de la organización de unas bodas de oro en la preciosa localidad de Pinilla de los Barruecos. Una pareja maravillosa que se había casado una mañana hacía 50 años y no pudo celebrarlo porque por la tarde tenían que atender al ganado en su pueblo. Fue un día lacrimal y lleno de emociones. Uno de esos días que guardo con especial cariño en mi corazón", recuerda Jesús. 

Muy cerquita de Barbadillo del Mercado, en dirección a Contreras, podemos encontrar el mítico cementerio de Sad Hill. Un lugar de culto donde se rodó el “Bueno, el Feo y el Malo” de Sergio Leone. "Mi hermano Luis siente pasión por el cine y sobre todo por las películas del oeste. Antes de que el cementerio fuera restaurado y conocido, él ya ayudaba a nuestros clientes a identificar el lugar proporcionándoles información. Además, en el cementerio de Sad Hill organizamos un catering fantástico para 30 cinéfilos que habían venido a conocer Santo Domingo de Silos, Covarrubias y por supuesto el lugar donde se había rodado la obra maestra de Sergio Leone". 

IMAGEEN DE LAS EMPLEADAS DEL PEDROSO"Fue un evento único y super exclusivo con una cena preparada en un lugar de una belleza inigualable. Además, los comensales pudieron disfrutar de la música del cine interpretada al piano por el gran director de orquesta Raúl Contreras", matiza Vicente. Jesús está felizmente casado con M. Sirley y tiene una hija, Minerva. “Mi mujer y mi hija son lo más importante de mi vida. María es trabajadora, luchadora, honesta, servicial y amable. Mi hija es igual que su madre. Y Luis, mi hermano y mi gran amigo desde siempre, juega un papel crucial para mí. Es y ha sido siempre mi gran apoyo en las buenas y en las malas. La verdad es que le quiero muchísimo. Ahora con el corazón en la mano puedo decir que soy muy feliz. ¿Qué mas podría esperar un hombre de la propia vida?, finaliza Jesús María Vicente.

 

"El éxito y la felicidad han llegado gracias al esfuerzo, la constancia y el trabajo de...