¿Queréis conocer la historia de un pueblo? Oíd sus romances. ¿Aspiráis a saber de lo que es capaz? Estudiad sus cantares. Estas sabias palabras las pronuncio Antonio Machado y Álvarez, escritor y folclorista español considerado uno de los iniciadores de los estudios folclóricos modernos en España. Pues bien, Alfonso Díez Ausín, que nació en la preciosa e histórica ciudad de Burgos en 1969 podría ser considerado un maestro del folclore burgalés y castellano en la actualidad. El mismo se define como Castellano Viejo y más burgalés que los gigantillos. Estudio en el colegio San Pablo y pronto comenzó a despuntar en grupos de baile y cultura popular como Gavilla o Estampas burgalesas.
Teodora, Abel, Margarita, Abilio, Alfonso y Galo Contreras junto al Ayuntamiento de Castrillo de la Reina.
A la cita en el Ayuntamiento de Castrillo de la Reina acuden puntuales Abilio, Margarita, Teodora, Abel y el alcalde Galo Contreras. A ellos se les une en una preciosa mañana de primavera Alfonso con su cámara de fotos, su guion y todo lo necesario para grabar el documental “Tuve la gran idea de llevar mis trajes de Castrillo que tengo en la colección. Como anécdota contar que una parte del mismo es de una monja de las salesianas de Burgos que es amiga mía de toda la vida. Su familia era de Castrillo y su madre tuvo que irse a trabajar a Pradoluengo donde se llevó el traje que terminó regalándome. Hoy estoy aquí para grabar un documental sobre la indumentaria de Castrillo de la Reina. Y es que, aunque muchos no lo sepan, este maravilloso pueblo serrano fue uno de los últimos en perder su traje tradicional”, explica Alfonso.
Indumentaria tradicional junto a una vivienda de Castrillo de la Reina.
En primer lugar, este se componía del jubón. Era la chaquetilla con cascabeles que en la sierra debido al colorismo en sus vestidos se bordaba. Era un signo distintivo porque no sucedía en otros pueblos o comarcas de la provincia de Burgos. “Por su parte el pañuelo de china o de chino que es blanco con dibujos rojos, rosas o salmones y que está hecho de una tela de indiana que son las telas estampadas. En la cabeza siempre iba el pañuelo francés o de Francia porque es rojo con dibujos de cachemir. La chaquetilla del hombre se llama de la custodia o del as de copas porque atrás lleva un recorte de tela que nos puede simular una custodia u otro tipo de adorno como es el as de copas. Son dibujos que no tienen nada que ver ni con una cosa ni con la otra pero que la gente los relacionaba. Por último el hombre siempre llevaba la montera de pelo", matiza Alfonso Díez Ausín.
Alfonso Díez en la puerta principal del Palacio de Cultura de Salas de los Infantes.
Dicen que pertenecemos a aquellos lugares en los que el alma sonríe cuando los visitamos de nuevo. Alfonso es y siempre será de Palazuelos de la Sierra, una localidad serrana que llegó a ser la capital del antiguo partido Judicial de la Mata. “Mi corazón también late al recodar a los Ausines de dónde vienen mi abuela Basilisca y mi madre Pilar. Mi padre y Alfonso y mi abuelo Alejandro si son naturales de Palazuelos. Yo viví una infancia maravillosa acompañando a mi abuela al río para lavar tirando del carretillo. También me encargaba de “regar al verde” y dormía en el “cuarto del cierzo”, el más calentito por su proximidad a las cuadras. Llegué a trillar con las vacas y segar con el dalle. Me considero desde luego un testigo privilegiado de estas tradiciones populares hoy desaparecidas”, comenta Alfonso.
Alfonso, junto a su familia, en una foto-retrato con indumentaria tradicional
Jean Paul, escritor alemán, afirmaba que el recuerdo es el único paraíso del cual no podemos ser expulsados. Alfonso recuerda con nostalgia la primera vez que se puso la camisa de lino con 14 años. Fue entonces cuando supo que su vida estaría siempre unida al folclore y la cultura tradicional. Desde entonces ha viajado con su cámara y una enorme ilusión por toda la provincia de Burgos. Y siempre con una idea clara: recuperar la esencia, la cultura, las tradiciones y los trajes de todos sus pueblos y sus comarcas. En la actualidad su colección particular está compuesta por 200 trajes antiguos y es una de las más importantes de España. Alfonso Díez Ausín es técnico de artes Plásticas y Diseño y Diplomado en Educación Musical por la Facultad de Humanidades y Educación de la Universidad de Burgos. Ha impartido decenas de conferencias y conciertos y centenares de clases magistrales sobre el traje popular. También ha sido el protagonista de multitud de reportajes, entrevistas y artículos para radio, prensa y televisión.
Dicen que quien ama incondicionalmente será amado por toda la eternidad. Y es que el amor es el motor de los sueños que dan a su vez sentido a nuestras vidas. Alfonso Díez Ausín está enamorado y es algo que se nota en el brillo de sus ojos y en la miel que envuelve el tono de su voz. “A William, mi pareja, lo conocí en un intercambio cultural que hubo de gente de Burgos con la ciudad del mismo nombre que hay en Cerdeña. Yo fui como estudioso de la indumentaria foyesca como muestra de la música tradicional William es de un pueblecito maravilloso que se llama Pirri que ha terminado por ser un barrio de Cagliari, la capital, comenta Alfonso.
Alfonso con su pareja, William a quien conoció en un viaje a Cerdeña
La música tradicional es otra de las grandes pasiones de Alfonso. Sabe, como sabía Andersen, el gran poeta, que cuando las palabras fallan la música habla. Entre otras muchas formaciones musicales formó parte del Grupo Cantollano que vio la luz en 1990. Felix, Chelas, César, Miguel Ángel, Titas Nines, Nati y Alfonso eran entonces ocho amigos a los que les apasionaba la música tradicional. Llegaron a grabar seis discos recopilando piezas musicales únicas de todo Castilla y León. Desde romances a agudillos y jotas. “Fue una época maravillosa e inolvidable. Por desgracia ya no estamos juntos porque una de las componentes murió. Con ella se fue una de las mejores voces de la música de Castilla y León”, argumenta Alfonso.
Alfonso Díez con sus compañeros del grupo de música traicional "Cantollano"
Alfonso vive con intensidad cada día al compás de los latidos del corazón de un niño pequeño que no deja de sentir y aprender. Disfruta con amor de cada paso y también de cada conquista y siempre tiene el valor de apostar por vivir nuevas sensaciones y experiencias. “Guardo muy buen recuerdo del rodaje de la película “La Corona Partida” de Jordi Frades. Buscaban extras y mi barba me ayudó a lograr el papel. Pero lo hicieron mal porque representan cuando muere Felipe el Hermoso, época en la que no se llevaba la barba. Cargué el féretro y todavía recuerdo como pesaba el mamón”, finaliza Alfonso Díez.
Alfonso participó en la película la "Corona Partida"
