viernes. 19.04.2024

Correspondencia II

Me daba miedo perderme por estas calles que desconocía

Los minirrelatos de Patty
Los minirrelatos de Patty

27 de Mayo de 1955

Mi querida madre:

Lamento no haber respondido antes tus últimas cartas, pero los niños han estado pachuchos y ni un minuto he tenido para sentarme a escribirte unas letras. Me apena que pensaras que me había enfadado, bien sabes que te comprendo pero también me preocupa que estés allí sola, a tantos kilómetros. Ya sabes que, si por mí hubiese sido, no habría salido del pueblo, así que, como te he dicho, comprendo que te de miedo y no quieras venir a la ciudad.

Sobre lo que me contaste del marido de la prima, ya se lo he dicho a Luis. Ha hablado con el encargado y quizá le pueda conseguir una prueba. En cuanto se casen, que se vengan para acá, se pueden quedar en casa, ya nos apañaremos como podamos, tenemos una cama turca que podemos colocar en el salón. Faltaría más.

Los niños están muy ilusionados con la idea de que vengas a pasar unos días con nosotros. Hemos pensado que quizá sería buena idea ahora que se aproxima la Semana Santa. Podemos ir a ver las procesiones, ya sabes que el año pasado como Luis trabajó, yo sola no me atreví a ir. Me daba miedo perderme por estas calles que desconocía, o que me pasara algo. Ya ves. Ahora ya me muevo con soltura, hasta cojo el metro y el tranvía, para acá y para allá…

También he pensado llevarte a que veas unas tiendas de telas que hay por el centro, que te van a encantar. Te puedes llevar una cuantas para tus labores, y también para la tía, que seguro que le hacen falta para el nuevo miembro de la familia. Aunque aquí yo creo que ya poca gente cose como vosotras, si vieras la cantidad de tiendas que hay… Hasta unos grandes almacenes de muchas plantas, que tienen de todo. Ya los veremos juntas, si Dios quiere.

Bueno, querida madre, me despido ya, mandándote muchos besos de parte de todos. Estamos deseando que puedas venir a vernos. Te voy a llamar un día de estos donde el Sr. Avelino, para que me digas el día que vienes y podamos ir, toda la familia, a recogerte a la estación. Mientras, recibe un beso de tu familia que te quiere,

Carmen.

Correspondencia II