jueves. 28.03.2024

Un discurso vacío para un gobierno vacío de conciencia social, por Partido Castellano-Tierra Comunera

l 19 de abril de 2.022 entra en la historia castellana como una fecha lúgubre y que marca el inicio de un periodo de sombras en Castilla y León.

 
El señor Mañueco ha sido investido como presidente de una gran comunidad autónoma, pero lo ha hecho de la peor manera posible, una manera tan vergonzosa que ni el presidente nacional de su partido ha querido acudir a presenciar tan infame acto.
Lo hace apoyado por la ultraderecha heredera de la dictadura. Un partido que reniega de las víctimas de la violencia machista (una lacra que no quieren ver) y que quiere acabar con los logros conseguidos por grupos de memoria histórica (tan defensores de la vida, pero no les importa tener bajo las cunetas a quiénes sus tan elogiados franquistas fusilaron). Un partido que quiere adoctrinar en las escuelas y echar por tierra todos los logros sociales que se han conseguido durante años.
Pues sí señor Mañueco, estos son la gente con la que usted ha pactado, con quien prefiere ser presidente a dialogar con otros partidos con ideas acordes al siglo en que vivimos, a quien ha metido en el gobierno con el riesgo que eso lleva: retroceso en igualdad, en servicios públicos como educación y sanidad, acabar con políticas sociales tan necesarias hoy en día… y todo por su afán de amarrarse a un sillón.
Aunque igual no sean diferentes, y por eso no han tenido ningún problema en acercarse tanto. No hay más que ver quienes le han acompañado hoy en Valladolid; una presidenta que elogia los pactos con el fascismo y no ha tenido problemas en dejar morir mayores en residencias, un antiguo presidente cuyas iniciales coinciden (casualmente) con papeles de casos de corrupción…
Quizá se sientan cómodos con ellos, la derecha y la ultraderecha gobernando, o quizás la ultraderecha y el fascismo, porque no se sabe muy bien dónde incluir a cada partido que representan.

Ustedes gobiernen, para eso han sido votados por el pueblo, pero no se olviden que el mismo pueblo que les ha elegido estará pendiente de sus actuaciones y decisiones.

Y que Castilla no se vende, Castilla no se destruye ni dejaremos que se contamine de fascismo más allá que el representan sus actuales dirigentes en Castilla y León.

La historia de Castilla no puede quedar manchada, el castellanismo está tan vivo y orgulloso como en 1521, y no tengan dudas que lucharemos y defenderemos nuestra tierra como cinco siglos atrás hizo gente orgullosa de su tierra castellana, y desde el PARTIDO CASTELLANO – TIERRA COMUNERA no dejaremos pasar una sola acción que denoste cualquier rincón castellano, que atente contra nuestras gentes y cultura, que pretenda adueñarse de nuestra historia y quiera acabar con nuestra gran tierra.

Ayer, hoy y mañana ¡Viva Castilla! ¡Viva Castilla libre y Comunera!

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