viernes. 07.11.2025

Ahora es el tiempo del aniversario de la gran ayuda por la DANA de 2024

Estamos sufriendo estos días una catarata de acusaciones entre políticos, partidos, colectivos e instituciones sobre quién y cómo hizo peor la gestión sobre la DANA que el 29 de octubre de 2024 dejó a su paso por varios municipios una huella mortal de la que no se recuperarán personas y familias atrapadas en una catástrofe natural, en la que los humanos pudimos reducir sus consecuencias.

La dimisión de Carlos Mazón como presidente de la Generalitat valenciana ha podido suponer un alivio para parte de las víctimas y abre un nuevo panorama político, al que los partidos ya están dando forma en función de sus intereses.

Un año después de la tragedia, en los medios de comunicación, y durante estos días, se publica lo que se ha hecho mal en la gestión de esta DANA; y ha pasado desapercibido, lo mucho que se ha hecho bien, para intentar paliar el desastre, en la medida de lo posible; ayudar, acompañar y, en definitiva, mostrar cariño y  compasión ante algo tan dantesco como horrible.

Desde este territorio en el que nos encontramos muchas personas, empresas, ayuntamientos o colectivos, no dudaron en ayudar desde el minuto 0. Algunos se trasladaron hasta el lugar más afectado por la DANA y, sin saber ni lo que tenían que hacer ni cómo ejecutarlo, se pusieron a disposición de quien lo necesitara. Otros desde su casa, lugares de trabajo o locales de comercio enviaron lo que pudieron, aquello que podía hacer más falta.

Relataba `Pedro, de Duruelo, como vio flotando los ataúdes de un cementerio, moviéndose entre el fango, en lo que para él era la sala-comedor para aguantar la jornada. La salida de un convoy desde Huerta de Rey emocionó a la gente de la comarca. Tiendas, colegios y asociaciones se volcaron para enviar ayuda esta Zona O: alimentos, ropa, dinero…todo valía para hacer más fácil la vida  a quienes lo habían perdido todo en una desgraciada tarde.

Todavía tiene más mérito este apoyo crucial y desinteresado, al contemplar la descoordinación que encontraron en estos sitios. Se volvieron camiones de ayuda humanitaria por falta de espacio para su almacenamiento. Se vio el oportunismo de muchos al comprobar que el precio de una habitación de un hotel estándar alcanzaba el precio de 200€ por noche para instituciones públicas que sufragaban los gastos de voluntarios y vieron con indignación como la vida seguía a un ritmo inmaculadamente igual al otro lado del Turia, en plena ciudad, mientras llegaban manos dispuestas a ayudar de todo  el país.

Ahora es el aniversario de la grandiosa acción de estas personas y colectivos. Apenas veo referencias en los medios de comunicación. No ocupan esas primeras planas de la información sobre este primer año, y fueron fundamentales para que esta desgracia tuviera una merecida recuperación. Son esos voluntarios quienes dan nombre al ser humano, dispuestos a ayudar seas quien seas, estés o no implicado en el problema o intentes hacer política de esta entrega y solidaridad.

Las catástrofes naturales quizá nunca las podamos evitar, pero si estamos en disposición de minimizar sus consecuencias y, al menos, agradecer esta solidaridad espontánea, directa y sincera que, a pesar de los reveses, volverá a ponerse en marcha si una desgracia de tal magnitud vuelve a suceder.

Ahora es el tiempo del aniversario de la gran ayuda por la DANA de 2024