15 de diciembre de 2025, 13:39
Más vale un minuto de vida franca y sincera que cien años de hipocresía. Esta maravillosa e iluminadora frase es del ensayista y narrador español Ángel Ganivet. Y sí, más vale un minuto de vida siendo uno mismo que cien años aparentando ser lo que uno no es. Este mundo loco, mal oliente y que ha perdido completamente el rumbo es además un mundo hipócrita. Y no amigo mío no, no estoy hablando de esas élites que juegan con nosotros y nos gobiernan como les sale de los cojones desde hace miles de años. No, no estoy hablando de esos seres infernales que se creen dioses. Estoy hablando de ti y de todos nosotros. Porque no se si te has dado cuenta que vivimos en un mundo en el que dominan la mentira y la apariencia por encima de la verdad y de la autenticidad. Por eso me gusta la gente que siempre va de frente. La gente valiente. La gente que a la que de verdad no les importa exponerse y exponer sus miedos, sus traumas, sus problemas y sus carencias si con ello siguen siendo ellos mismos y además pueden así ayudarse y ayudar a otros de alguna manera. Porque el teatro social siempre ha existido. Aparentemente es mucho más sencillo en esta vida aparentar ser alguien que uno no es. Es mucho más cómodo mentir y hacer creer a los demás que todo nos va bien. En el fondo para muchos, es mucho más fácil levantarse por la mañana, ir al armario de la ilusión y elegir que disfraz ponerse ese día y elegir también el maquillaje para la jornada. Y así viven, con el autoengaño presente cada día, cada año y al final durante toda su vida. Un autoengaño que no les permite brillar ni ser de verdad quienes son. Por eso a mí me gusta la gente de verdad. Tal vez porque en cierto modo yo trato de ser de verdad. Y sin un día estoy triste no lo escondo, como tampoco escondo mis traumas, o mis silencios, o mis problemas o la propia soledad. No lo escondo. No me escondo. Porque no tiene sentido esconder nada. Al final todos estamos hechos de la misma pasta y todos atravesamos por tormentas psicológicas muy parecida das. Problemas y situaciones similares que nos complican la vida y llegan a derrumbarnos muchas veces. Por eso repito me gusta la gente de verdad. Y por eso me gustas tú cuando no te escondes. No lo hagas más. Ten valor, se tú mismo, exponte, expón tu vida y no tengas miedo de abrir tu alma a los demás. Seguramente alguien esté ahí para ayudarte. Para sanar tus heridas. Para sanar tu corazón. Ten valor. Se tú mismo.