miércoles. 24.04.2024
Alberto Abad junto al chef Pepe Rodríguez en la presentación de los mejores productos gastronómicos en Soria.

La vida es un viaje sin billete de vuelta. Es como respirar sabiendo que el aire que limpia tus pulmones no volverá a ser el mismo. La vida es esa mochila que llenamos y vaciamos de ilusiones, sueños, sonrisas, lamentos, pasiones y desencuentros. Y es que vivir es caminar con botas viejas machadas de barro dejando huellas que no se han de volver a pisar. Huellas de felicidad y de tristeza, de conquista y de abandono, de amor y desamor. Porque la aventura de viajar es para Pérez Reverte, el ser capaz de vivir como un evento extraordinario la vida cotidiana de otras gentes en parajes lejanos a tu hogar. Alberto Abad emprendió el primer gran viaje de su vida a Alemania cuando tan sólo era un niño de cinco años. Sus padres emigraron a un pueblecito cercano a Stutgart buscando mejores oportunidades para su vida. “Recuerdo aquello con cierta nostalgia y felicidad. Era un niño y me adapté muy rápido a aquella vida. Aprendí a hablar alemán e inglés y lo cierto es que eso me ayudó muchísimo después en mi vida”.

19 ABAJO IZQUIERDA

Al cumplir los 16 su familia vuelve a llenar las maletas de ilusión y esperanza para regresar a Duruelo de la Sierra, el pueblo natal. Un cambio difícil para Alberto en plena adolescencia. Zaragoza sería después su destino para formarse como Técnico en Empresariales y Actividades Turísticas. “Es una ciudad preciosa, alegre y muy vital. Su gente es afable, cercana y abierta. No tengo dudas: viví algunos de los mejores años de mi vida”.

Al terminar la carrera, Turespaña apuesta por él para trabajar en la red de paradores. Alberto viaja a Toledo para trabajar en el precioso parador de Oropesa. Allí permanece un año ganando experiencia. Recibí la llamada del director del Parador de Soria y decide continuar su carrera profesional en la bella capital serpenteada por el gran río Duero. Tras dos intensos años, Alberto aprueba las oposiciones de la diputación de Soria para trabajar en la gerencia del patronato de Turismo. “Había mucho trabajo hecho y también mucho trabajo por hacer. Pusimos a Soria en el mapa nacional e internacional creando una gran red de oficinas de Turismo. Apoyamos con fuerza y decisión a todas las estructuras turísticas. Colaboramos con todos los agentes sociales para crear productos turísticos atractivos, competitivos y diferenciados. Un trabajo intenso que duró hasta 2008. El Patronato de Turismo desaparece y todo el personal y el trabajo realizados se traslada a Diputación”.

Luciano Pavarotti siempre afirmó que una de las mejores cosas de la vida es que debemos interrumpir regularmente cualquier labor y concentrar nuestra atención en la comida. Y es que el viaje y el buen yantar con amigos inseparables. Compañeros que en Soria encuentran su principio y su final. Por sus maravillosos vinos, su fantástica mantequilla y sus tiernas y sabrosas carnes. Por su excelsa micología, su iniguable torrezno y por lo delicado y armonioso sabor de su trufa, una de las más apreciadas del mundo. Hoy Soria compite de poder a poder con destinos tan maravillosos como Extremadura, Galicia, Aragón o el interior de Euskadi. Con los años, su oferta ha mejorado y se ha diversificado. Atrae a los amantes de la nieve y de deportes como la mountain bike, la escalada, el senderismo o a aquellos turistas que buscan la paz y la relajación. “Nuestro objetivo es posicionarnos y después mostrar en qué somos diferentes y qué podemos hacer mejor. Buscamos ofrecer la máxima calidad para retener a lo más importante para nosotros, nuestros clientes”.

Soria, hermosa e indomable, con sus castillos inexpugnables, sus pueblos del medievo y sus parajes singulares ha sido un plató perfecto para rodar algunas de las mejores películas de la historia. Entre ellas, las recordadas y admiradas Doctor Zhivago, Campanadas a media noche o un Hombre en Tierra Salvaje. Porque el cine fue y sigue siendo el motor de los sueños a través de los viajes infinitos. La linda y mágica Soria es en sí misma un plató perfecto para seguir rodando todo tipo de producciones audiovisuales. Cuenta con una film comisión que ha conseguido, entre otros muchos logros, que sus parajes sirvieran para rodar la superproducción del Cid para Amazon Prime. “Ha sido un logro que no es fruto de la casualidad y sí del trabajo intenso durante dos años. Contactando con los productores del rodaje a los que les hemos puesto todo muy fácil. Pensaron en rodar en León y Asturias y sin embargo Soria les convenció. También la cercanía a Madrid. Económicamente este tipo de rodajes son muy importantes para Soria y su provincia, Tenemos una web en marcha y queremos crear una ruta para visitar los localizaciones de cine de algunas grandísimas películas rodadas aquí”.

Alberto es un hombre familiar, de trato sencillo, amable y cercano. Laura es la mujer de su vida y el motor de sus sueños junto con Alfonso y Dalia, sus hijos y el pilar de su existencia. Es un apasionado del deporte que no perdona su partidito de fútbol sala con los amigos de toda la vida. Le gusta sudar y gastar rueda pedaleando en bici de montaña. Andar es otra de sus pasiones. Adora perderse y reencontrarse en los bellos y enigmáticos parajes de su tierra soriana. Vive con intensidad las reuniones de amigos, esas en las que no existe el reloj y si los abrazos, los recueros y la camaradería. De Duruelo ama hasta sus andares. Sus parajes agrestes e infinitos desafían al hombre, al tiempo y a la eternidad. Le gustan sus gentes de carácter abierto, honesto y recio. Gentes unidas a la familia, al trabajo y las tradiciones que han visto como los años se llevaban la vida y el futuro de los pueblos. “Es el momento, nuestro momento. Debemos unirnos y mostrar nuestra fuerza como comarca. Tenemos que reivindicar y exigir todo lo perdido y también mostrar nuestra fuerza y valor para que apuesten con nosotros. Necesitamos amor, impulso, nuevas ideas y proyectos, inversión y confianza. Sólo así volveremos a llenar de alegría y orgullo nuestros pueblos vaciados”.

 

El turismo en Soria notará la crisis del Coronavirus en 2021