martes. 16.09.2025

¡¡¡¡LIBERTAD!!!!

El gran filósofo y escritor francés Jean Jacques Rousseau afirmó con razón lo siguiente: Pueblos libres, recordad esta máxima: Podemos adquirir la libertad, pero nunca se recupera una vez que se pierde. Y es que junto con la vida, la libertad es el más preciado de los bienes que tenemos los hombres. Sin libertad realmente no hay vida porque, bajo mi punto de vista, no merece la pena vivir. De este tema, aunque pueda parecer mentira, suelo filosofar mucho con los amigos de pueblo en las tertulias de los bares. Y es que esas maravillosas conversaciones que antes se hacían sobre todo sobre el fútbol, el amor o la política, han pasado sobre uno de los temas más recurrentes hoy en día, la falta de libertad.  Vivimos una época oscura y mediocre donde nos gobiernan las ratas más inmundas que jamás hayan conocido en su historia los hombres. Los más egoístas, avariciosos y estúpidos dirigen el timón de este mundo maravilloso en el que vivimos que ha perdido el norte y se dirige hacia su propia destrucción. La última, aunque parezca banal, es la falta de libertad que a partir de ahora tendrán todos los que fumen en cualquier terraza de este país llamado España. No se equivoquen conmigo. No estoy a favor del tabaquismo ni muchísimo menos. Es una droga dañina y traicionera, una droga que por cierto también sigue siendo legal. No estoy a favor de que la gente infle sus pulmones de mierda todos los días. El tabaco mata y además lo hace de la peor de las maneras, lentamente aunque si con previo aviso. No estoy a favor de esta mierda de droga como tampoco lo estoy de todas las mierdas de drogas que inundan nuestra existencia. Porque el tabaco es una droga letal, como lo es el alcohol, el cannabis, la marihuana, el speed o el nuevo fentanilo. Todas son drogas. Pero es que también son drogas y de las duras el azúcar, la sal, la cafeína, la teína e incluso el agua si me apuran si no es de buena calidad. Sin embargo, sí que estoy a favor de lo que es tan importante o más que la propia vida que es la libertad. Sin libertad el hombre no es hombre y pasa a convertirse en un esclavo de un sistema que siempre nos ha acompañado para recordarnos, si es que queremos escuchar, que vivimos atados a cadenas económicas, mentales y espirituales en una cárcel cuya llave sólo tienen y siempre han tenido unos pocos. Estamos perdiendo la libertad. Cada día, cada segundo, cada minuto sin hacer demasiado al respecto. Que se vayan quienes nos gobiernan. Todos. En todos los países. Y que llegue aire fresco, de gente honesta y con valores que permita que los hombres nos sigamos equivocando porque de los errores se aprende a encontrar el camino del equilibrio. ¡Déjennos vivir en libertad! Queremos seguir viviendo así. De lo contrario, esperen sin duda alguna una respuesta y es que pueden meterse sus cadenas y su sistema opresor en ese lugar que no hace falta ni siquiera nombrar.

¡¡¡¡LIBERTAD!!!!