Acaba una legislatura plagada de dificultades sanitarias y económicas
Ha sido una legislatura de usar y tirar. Cerramos un ciclo de cuatro años plagado de vicisitudes.
Ha sido una legislatura de usar y tirar. Cerramos un ciclo de cuatro años plagado de vicisitudes.
Los ayuntamientos de Pinares están dotados de sus técnicos, con secretarios-interventores, arquitectos y especialistas en urbanismo, auxiliares de secretaría, monitores, y trabajadores en los distintos servicios hasta donde llegan las competencias municipales.
Algo se mueve en un ambiente más enrarecido de lo normal. La cercanía de las elecciones municipales eriza los ánimos de los partidos políticos, con sus representantes dispuestos a ir a la carga, canuto en mano bien pertrechado de una batería de grandes propósitos y una memoria selectiva, capaz de aniquilar cualquier atisbo de error cometido a lo largo y ancho de una extraña legislatura.
Dejamos la temporada invernal con un elenco de preocupaciones. Decíamos que no se cumplían los presagios de un ciclo económico desastroso pero el aumento de los tipos de interés, con una repercusión directa en la subida del Euribor y el problema de la inflación afectan de forma notoria a quienes menos tenemos y más debemos.
En esta vida tan acelerada que llevamos, pasa inadvertida la labor de muchas personas que, en su trabajo, como voluntarias, con su familia, como realización personal o por colaboración, se vuelcan en hacer más fácil la vida a los demás, entre ellos los más mayores, necesitados de mayor atención, y a quienes se les asiste de forma constante y completa.
Partidos incluidos dentro de la Coordinadora de La España Vaciada han perdido una oportunidad de oro para poder comenzar a cambiar las manera de gestionar en la política local.
El año que ha terminado ha vuelto a poner de manifiesto nuestras virtudes y vergüenzas.
Por si nos habíamos enterado, estamos en tiempo preelectoral. Es un periodo en el que los partidos políticos calientan motores para un 2023 con una doble cita en las urnas: las municipales a finales de mayo y las generales en el último trimestre del año.
En la última reunión en Neila de integrantes de la junta directiva de la Asociación Repuebla Pinares-Arlanza, integrada en La España Vaciada, se pusieron sobre la mesa las líneas directrices de las que pueden ser prioridades en el desarrollo de estas tierras.
Avanzamos en un nuevo verano, diríamos diferente a los anteriores, pero que tendrá un desarrollo similar.
En la comarca pinariega y su entorno hay enclaves que por su singularidad, poder de atracción, ubicación, originalidad, lugar privilegiado o amplitud, se convierten en centros neurálgicos capaces de irradiar actividad, dinamismo y creación de proyectos a su alrededor.
Si un vecino de la comarca pinariega,- de aquellos que se marcharon a Argentina en los años 60 del pasado siglo-, regresara a la tierra que le vio nacer, asistiría atónito a la evolución que ha tenido el turismo en los pueblos de este territorio que enmarcamos como Pinares.
Seguimos los resultados de la noche electoral del 13F en la nueva sede de la Plataforma Soria YA, que concurría a los comicios por primera vez como agrupación de electores.
Vamos a quedarnos con lo positivo. Que hayamos tenido a los políticos recorriendo pueblos y comarcas de Castilla y León, hablando con alcaldes y vecinos, visitando comercios, empresas y ganaderías tiene que aportar algo.
Avanza la campaña electoral para los comicios del 13 de febrero, y parece que llevamos una eternidad en medio de esta vorágine de acusaciones y excusas.
Me ha sorprendido gratamente el libro realizado por José Luis Vicente Cano, muy vinculado a Vadillo, y al que he seguido su trayectoria ascendente y cada vez más implicada en la Sanidad soriana, y el buen equipo formado con Enrique, Javier ‘Tato’ y otros responsables en la provincia.